Quiénes somos
Dra. Vanesa Villamil
Presidenta y Fundadora
La Sociedad Española de Medicina Estética Infanto Juvenil (SEMEIJ) es un grupo de profesionales de diferentes especialidades, dedicados al trabajo con pacientes pediátricos y jóvenes.
Nuestro objetivo es construir una red de apoyo para pacientes con diferencias faciales o corporales, poniendo a su alcance una amplia gama de tratamientos médicos estéticos que se adapten a la edad y el requerimiento del paciente.
Estamos distribuidos en todo el territorio nacional para ofrecer un acceso cómodo y cercano a nuestros pacientes y familiares.
CICATRICES
La cicatriz ideal es estrecha, plana y de color similar al de la piel adyacente. Por el contrario, las cicatrices desfavorables son atróficas o hipertróficas, tienen márgenes amplios y están des o hiper-coloridas.
Los rellenos como el ácido hialurónico son una opción atractiva para el tratamiento de las cicatrices, ya que proporcionan una corrección no quirúrgica sencilla y precisa de las cicatrices atróficas.
Los rellenos elevan el déficit cicatricial al nivel de la piel circundante, con lo que se consigue igualar la textura de la piel y mejorar el contorno general.
La inyección posquirúrgica de toxina botulínica mejora el aspecto de las cicatrices y reduce su anchura y altura.
El mesobotox puede disminuir la tensión muscular en los bordes de la cicatriz, tiene efectos antiinflamatorios y de inducción de la angiogénesis, además de la capacidad de aumentar la maduración del colágeno y la cicatrización.
El microneedling es un tratamiento sencillo y económico para las cicatrices atróficas, traumáticas y quirúrgicas que produce una mejoría significativa y duradera.
La micropunción estimula la proliferación de queratinocitos y aumenta la producción de factores de crecimiento, factores que mejoran las cicatrices, incluso las hiperpigmentadas.
FISURA LABIAL
Las fisuras labio-palatinas constituyen la diferencia craneofacial congénita más frecuente. En el ensayo Eurocleft se observó que el 65% de los jóvenes de 17 años tratados deseaban someterse a otro tratamiento, pero suelen expresar cansancio por el número de cirugías a las que se han sometido, lo que puede llevarlos a plantearse alternativas no quirúrgicas.
La razón más frecuente para someterse a un relleno de ácido hialurónico es la falta de volumen del bermellón y la desviación y sub-proyección nasal.
Los rellenos pueden proporcionar un método mínimamente invasivo para la mejora estética en pacientes con fisura labial que desean una mayor mejora estética después de la reparación quirúrgica.
La cicatriz suele sufrir contractura e hipertrofia, debido a los movimientos repetidos relacionados con las expresiones faciales que afectan al proceso de cicatrización de la herida.
La terapia con microneedling puede considerarse una modalidad eficaz, sencilla y rentable para el tratamiento de las cicatrices quirúrgicas de la fisura labial.
Las cicatrices de la queiloplastia son difíciles de prevenir, porque se sitúan perpendicularmente a las líneas de tensión de la piel y al vector de contracción del músculo orbicular.
La inyección de toxina botulínica y la quimiodenervación resultante del músculo subyacente mejoran el resultado de la cicatriz.
MICROSOMÍA HEMIFACIAL
La microsomía hemifacial es la segunda diferencia craneofacial congénita más frecuente.
El déficit de volumen puede corregirse mediante rellenos, como los rellenos de ácido hialurónico y, en caso de que se produzca algún efecto no deseado, éste puede revertirse fácilmente mediante el uso de hialuronidasa.
HERIDAS
Las heridas representan una situación especial en la que las fuerzas de tracción aplicadas por los músculos en los bordes de la herida pueden tener efectos nocivos en el proceso de cicatrización.
La parálisis de los músculos subyacentes a las heridas puede conseguirse de forma fiable mediante la inyección de toxina botulínica, demostrando que este método produce cicatrices cosméticamente más favorables.
La toxina botulínica reduce la tensión en los bordes de la herida al denervar los músculos subyacentes, lo que mejora la calidad de la cicatriz resultante.
PARÁLISIS FACIAL
La pérdida de simetría facial y la sincinesia reducen drásticamente la calidad de vida de los pacientes con parálisis facial.
Para la mayoría de los pacientes, el tratamiento de los movimientos involuntarios, la hiperactividad, las fasciculaciones, la espasticidad de los músculos y la hipertonicidad es más importante que conseguir una simetría facial perfecta.
La toxina botulínica se ha utilizado para tratar el lado contralateral en pacientes con parálisis del nervio facial, provocando la relajación de los músculos faciales y mejorando el aspecto y la simetría del rostro.
Durante las sesiones subsiguientes de tratamiento, los pacientes se familiarizan mejor con el efecto paralizante y se muestran más receptivos al tratamiento de músculos adicionales que no se habían tratado inicialmente (por ejemplo platisma, nasal y músculos del lado paralizado con sincinesia).
A menos del 1% de los niños con parálisis facial se les ofrece tratamiento con toxina botulínica.
Estos datos sugieren que el uso de la quimiodenervación puede estar infrautilizado en el tratamiento de la parálisis facial.
HIPERHIDROSIS
El uso de toxina botulínica para la hiperhidrosis palmo-plantar y axilar es bien conocido y rutinario; sin embargo, los pacientes pueden presentar sudoración excesiva en otras zonas, más aún, en los pacientes infanto-juveniles.
La toxina botulínica es una estrategia terapéutica eficaz para los pacientes con hiperhidrosis facial.
Otros lugares anatómicos que pueden ser tratados en nuestros pacientes jóvenes pueden ser la hiperhidrosis submamaria, inguinal, hiperhidrosis del pliegue interglúteo, etc.
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